Todos tenemos objetivos que queremos lograr en nuestra vida, ya sean personales, profesionales, de salud, de aprendizaje, etc. Pero muchas veces nos encontramos con obstáculos que nos dificultan o impiden llegar a ellos. Y lo peor es que, en muchos casos, esos obstáculos los creamos involuntariamente con nuestros hábitos.
Como ya te he comentado en otros artículos, los hábitos son acciones que realizamos de forma automática y repetitiva, sin pensar demasiado en ellas. Algunos hábitos son positivos y nos ayudan a mejorar nuestra calidad de vida, como por ejemplo hacer ejercicio, leer, relajarse, etc. Pero otros hábitos son negativos y nos perjudican, como por ejemplo procrastinar, fumar, comer mal, etc.
Los hábitos negativos son los que nos impiden alcanzar nuestros objetivos, porque nos hacen perder tiempo, energía, motivación y autoconfianza. Por eso, es importante identificarlos y cambiarlos por hábitos positivos que nos acerquen a nuestras metas.
¿Ya has identificado en ti algún hábito negativo mientras lees esto? En lo que respecta a la productividad y gestión del tiempo, te voy a contar algunos de los hábitos negativos más comunes en muchas personas, y cómo se pueden sustituir por rutinas y hábitos positivos.
No tener claros tus objetivos
El primer hábito negativo que te aleja de tus objetivos es simplemente no tenerlos definidos de forma clara y específica. Si no sabes qué quieres conseguir, ni cómo, ni cuándo, ni por qué, es muy difícil que puedas crear un plan de acción y seguirlo con constancia.
Quizá hayas oído alguna vez hablar de la técnica SMART. Este nombre está compuesto de siglas en inglés que definen cómo tienen que ser tus objetivos.
- Específicos (Specific): Concreta qué quieres lograr, en qué área de tu vida, con quién, etc.
- Medibles (Measurable): Establece cómo vas a medir tu progreso y tu éxito, con qué indicadores y con qué frecuencia.
- Alcanzables (Archievable): Asegúrate de que tus objetivos sean realistas y posibles, que dependan de ti y de tu esfuerzo, y que no sean demasiado fáciles ni demasiado difíciles.
- Relevantes (Relevant): Elige objetivos que tengan sentido para ti, que te aporten valor, que te motiven y que estén alineados con tu propósito y tus valores.
- Temporales (Timely): Fija una fecha límite para alcanzar tus objetivos y dividirlos en objetivos o metas más pequeñas y a corto plazo.
Un ejemplo de un objetivo SMART sería: “Quiero crear un curso online de gestión del tiempo para emprendedores, que tenga 10 lecciones, terminarlo en 3 meses, venderlo en mi web y que me genere al menos 1000 euros de ingresos”.
Procrastinar
El segundo hábito que te impide alcanzar tus objetivos es procrastinar. Procrastinar significa dejar para mañana lo que puedes hacer hoy, o explicándolo mejor, hacer otras cosas menos importantes o más placenteras en lugar de las que realmente tienes que hacer.
Procrastinar es un hábito muy extendido y muy dañino, porque te hace perder tiempo, te genera estrés, te baja la autoestima y lo peor es que te aleja de tus objetivos. Además, cuanto más procrastinas, más difícil es empezar o continuar con tus tareas, y más te cuesta romper el ciclo.
A veces procrastinamos porque tenemos miedo al fracaso, al rechazo, a la crítica, etc. Otras veces procrastinamos porque nos aburrimos, nos cansamos o nos distraemos.
Si sientes que estás procrastinando en algunos aspectos de tu vida, te propongo que reflexiones sobre esto y emplees estas técnicas que están a tu alcance para romper esa rutina.
- Identifica la causa: Pregúntate por qué estás procrastinando, qué te impide hacer lo que tienes que hacer, qué sientes, qué piensas, qué te dice tu voz interior.
- Cambia tu mentalidad: Enfrenta tus miedos, tus dudas, tus excusas, tus creencias limitantes. Piensa en los beneficios de hacer esa tarea, en lo que vas a aprender, en lo que vas a lograr o en lo que vas a disfrutar.
- Empieza por lo más fácil o lo más difícil: Dependiendo de tu preferencia, elige empezar por la parte de la tarea que te resulte más fácil o más difícil. Así podrás romper la inercia, ganar impulso y sentirte más capaz. Si empiezas por lo más fácil, sentirás comodidad y confianza. Si empiezas por lo más difícil, sentirás más alivio y orgullo. Tú decides!
- Divide la tarea en partes más pequeñas: Si lo que tienes que abordar te parece muy grande, complejo o abrumador, divide esa tarea en partes más pequeñas, más simples y más manejables, así podrás concentrarte mejor, avanzar más rápido y celebrar más logros. Cada parte debe tener un objetivo, un tiempo y un resultado concretos.
- Recompénsate por cada avance: Cada vez que termines una parte de la tarea, prémiate con algo que te guste, que te relaje o que te divierta. Puede ser un descanso, ver un capítulo de tu serie preferida, un paseo, comer algo que te guste… Así podrás asociar la tarea con algo positivo y sentirás más satisfacción y motivación.
Prueba estas técnicas y cuéntame si te han ayudado.
Cambia tus hábitos negativos
Estos son los dos principales hábitos negativos que te van a impedir alcanzar tus objetivos personales y profesionales. Pero la buena noticia es que se pueden cambiar y convertir en rutinas y hábitos positivos que te permitan enfocarte y mejorar.
Espero que si has detectado que alguno de ellos forma parte de tus rutinas, este artículo te ayude a comenzar con tu estrategia de cambio.
En mi próxima publicación te contaré otros tres hábitos que impactan directamente en tu productividad, gestión del tiempo y energía, como son:
- No priorizar
- No tener un sistema de organización
- No tener un hábito de aprendizaje.
Nos vemos en el siguiente artículo.
Un abrazo.
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Sobre EL autor de este post
Soy un inconformista que cree firmemente que con los conocimientos y habilidades necesarias junto con la tecnología a nuestro alcance, es posible conseguir los objetivos que te propongas.
Quiero contarte todas las técnicas que he aprendido a lo largo de mi carrera profesional para que las puedas emplear en tu vida laboral o personal y hacer realidad tus ideas.
AGUS MG
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